viernes, 7 de diciembre de 2012

El capital no tiene patria, nosotros sí


“Lucho por lo que amo, amo lo que respeto, y a lo sumo respeto lo que conozco”.
A.H.
La verdad es que uno tiene que hacer un ejercicio de relax antes de sentarse a escribir nada. Hablaba Évola de cabalgar al tigre, pero no creo que imaginara hasta donde iban a ir a las cosas en la Vieja Europa. Menos aun en España. Esa tierra y ese pueblo descritos hace 50 años por Arno Breker como “los últimos hombres con honor de Europa”. Hoy pensaría que somos los europeos con más tragaderas en esta pocilga en la que se ha convertido todo el Continente gracias al materialismo y a la democracia liberal.
Estos días en Ex-paña volvemos a hablar de un viejo tema. Un supuesto enfrentamiento entre dos lenguas españolísimas como son el Castellano y el Catalán. La partitocracia ha recuperado una vez más el viejo axioma. Eso sí, mientras la prensa “nacional” no habla por ningún lado de defender al Castellano, sino a lo que ellos llaman “español”. Por ahí se les empieza a ver el colmillo a unos y a otros. Vamos a poner las cartas sobre la mesa de una vez por todas. En el Congreso de los Diputados, donde se reúne lo peor del pueblo español (la clase política actual es producto del pueblo que la vota. Lo diremos una y mil veces…), está presidida por los dos reyes más grandes que jamás ha habido en esta tierra. Hablo de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Algunos dicen que hicieron realidad la unidad de España. Es falso y Portugal es la prueba. Pero sí es verdad que construyeron un ente político y cultural armonioso. Lo más grande que había habido en la Península desde la invasión sarracena del 711. Y la guinda del pastel la pusieron ambos en 1492. Una fecha que nos recuerda el Descubrimiento, la Conquista de Granada y la expulsión de moros y judíos. Pues bien, en aquella España unida armónicamente en lo que no era otra cosa que una Confederación de reinos y pueblos y en aquella España, que era la nación más unida y patriota de toda Europa, la Lengua de Cataluña era el Catalán. Y no había ningún conflicto porque castellanos y catalanes se entendían perfectamente, dado que ambos hablaban su propia modalidad de Latín y compartían una misma unidad de destino. Porque eso y no otro cosa son el Castellano y el Catalán, modalidades o dialectos del Latín. Y si a algún nacionalista español o catalán le molesta lo que digo, ajo y agua, porque así son y así eran las cosas. ¿Hay problemas con las lenguas en algunos colegios de Cataluña?. Sí. Los mismos que en colegios de Galicia, País Vasco, Baleares o Valencia, e incluso de Madrid. Porque sí, en Madrid el PP se jacta de dar una enseñanza bilingüe, pero a la vez se lava el cerebro a los niños para hacerles olvidar que son castellanos. Pero claro, si quien comete las tropelías es un gobierno autónomo del PP, no se dice. Porque parece que a quien hay que dar leña es a Cataluña. Esa leña de la que llevan viviendo estos 30 años el nacionalismo catalán y el nacionalismo español, porque uno siempre alimenta al otro. ¿Que haría el nacionalismo catalán sin tener a quien culpar de todo?. ¿Que haría el PP o el PSOE para atizar las ascuas del nacionalismo español, ahora que no tienen ni a ETA como recurso?.
Mirad, lo hemos dicho aquí antes. En 1812 surgió, fruto de la Guerra de la Independencia, un nacionalismo español de tipo liberal que terminó con el Antiguo Régimen, ese que hemos dicho que era Confederal en 1492 y que se mantuvo Confederal hasta la caída de los Austrias. Como digo, ese nacionalismo liberal español barrió leyes, fueros, culturas y límites entre territorios españoles (empezando por Castilla) para inventarse una España a imagen y semejanza de Francia. No la Francia de Carlomagno o Luís XIV, sino la jacobina, fruto de la Revolución de 1789. La revolución que abrió las puertas de Europa a la degeneración total. Fruto de esa degeneración es la maldita Ilustración, el Liberalismo, la democracia y todos sus derivados, incluido el marxismo y casi todos los nacionalismos que padecemos hoy en Europa; también el nacionalismo español.
Pero volvamos al comienzo. ¿Es el Castellano la Lengua común de España?. Sí. ¿Es por tanto el Castellano patrimonio exclusivo de Castilla?. No. De hecho es la lengua que hablan más de 400 millones de personas en todo el mundo y la que se está imponiendo hasta en USA. ¿Es el Castellano también patrimonio de Cataluña?. Sí, tanto como el Catalán, dado que este territorio es bilingüe al menos desde el Siglo XVI y forma parte de la identidad catalana. ¿Es el Catalán patrimonio exclusivo de Cataluña?. No. Es una lengua española y como tal hay que conocerla, apreciarla y defenderla. Y ese es el problema de este país. Que teniendo al menos 4 lenguas propias, es casi imposible conocer el Gallego, el Vasco o el Catalán fuera de sus propios territorios. Es muy triste que un gobierno autónomo como el de Madrid vaya por ahí presumiendo de bilingüismo Castellano-Inglés, cuando excluye del sistema educativo a otras lenguas españolas. Y no digo que no sea importante saber Inglés. Solo digo que el Catalán o el Gallego son lenguas peninsulares y españolas y por tanto nuestras. No se trata de que todos los niños castellanos sepan perfectamente todas las lenguas de España. Se trata de que al menos las conozcan. Cuando algo se conoce, se respeta, se aprecia y como tal, se defiende.
¿Y porqué este conflicto de nuevo en la mesa?. Pues porque hay que esconder que hay 5 millones de españoles inscritos en INEM. Hay que borrar de las portadas de los periódicos y los noticiarios de tv que la EPA demuestra que 6 millones de españoles no tienen trabajo y que de ellos 2 ya no reciben ayudas. Y que mientras esto sucede, la banca se ha embolsados 100.000 millones de euros de las arcas públicas, 450.000 familias han perdido sus casas, nuestros parásitos políticos siguen viviendo como reyes a costa del pueblo español y siguiendo mandatos extranjeros y algunos de ellos tiene presuntamente cuentas en Suiza. Todo esto debería ser suficiente para repetir lo de 1808, pero la inmensa mayoría se deja cegar por estupideces en forma de senyeras o banderas rojigualdas. No hay peor político que aquel que oculta su mediocridad detrás de fanfarrias patrióticas y aun es peor el pueblo que le sigue la corriente. Así que a ver si somos todos un poco más listos, vemos menos las tvs y hacemos aunque sea un intento por ver más allá de los que nos quieren hacer ver. Los gallegos, los aragoneses, los catalanes o los castellanos, no tenemos enemigos diferentes y estos son la banca y la casta parasitaria que nos ha robado nuestro Estado y por tanto nuestra propia independencia. Razón demás para no defender hoy día 6 de diciembre, una Constitución capitalista, monárquica, anticastellana y antiespañola.
Alfonso Sexto

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